martes, 11 de noviembre de 2008

Asaltos planetarios


La introducción de colosales naves de transporte de tropas (mencionadas en “Emperador de los soles exhaustos”), daría a las Casas la posibilidad de transportar contingentes al estilo “Dune”, donde la Casa Atreides se lleva todo su ejército de Caladan a Arrakis.

Pero si nos ceñimos a las posibilidades que se nos presentan en los Mundos Conocidos, existe una explicación por la cual un número limitado de tropas tecnológicamente avanzadas podrían tomar un planeta con una población de aproximadamente 100 millones de habitantes como mínimo.

Hemos de recordar que los Mundos Conocidos están poblados en su mayoría de personas que viven en condiciones medievales con una mentalidad similar. Este gente, al igual que los homólogos de la Historia medieval terrestre, no tienen un concepto de pertenencia a una nación, reino o planeta, y, al igual que en nuestra Edad Media, no les suele preocupar quién controla sus vidas. Después de todo, no importa mucho que tengas que dar la mitad de tus ingresos a un noble o a otro.

Así que poco importa que el canon diga que todas las facciones excepto los Hazat y la Liga emplean siervos como carne de cañón, yo estoy en desacuerdo, ya que esas tropas no sólo serían completamente ineficaces contra un ejército moderno bien equipado, sino que el hecho de armar a los campesinos e incitarlos a la batalla es potencialmente dañino para el orden social general. Recordemos que estamos hablando de una sociedad neofeudal . Si bien era habitual utilizar a los soldados como carne de cañón en la Francia de la Primera Guerra Mundial y en la Rusia de la Segunda Guerra Mundial, esas personas estaban inspiradas por un sentimiento nacional (o al menos así se justifica). Sin embargo, los siervos no tienen nada, conceptualmente hablando, por lo que luchar, excepto un levantamiento por impuestos abusivos. No he encontrado ejemplo alguno en la Historia en el que alguna facción haya empleado siervos como agente militar (a menos que el enemigo sean los turcos en el centro y sudeste europeo.

La sociedad medieval se divide en:
Oratores – los que rezan.
Bellatores – los que luchan.
Laboratores – los que trabajan.

Esta división hace que el sistema funcione, y enviar a los trabajadores a la guerra es como lanzar una señal de que eres obsoleto. Eso es lo que ocurrió en el Siglo XVIII, y el resultado fue la Revolución Francesa que acabó con el sistema feudal. Por todo lo dicho, la primera regla de los nobles es esta era postrepublicana es impedir por todos los medios que los siervos hagan la guerra. Una vez se den cuenta de que pueden luchar, podría llegar a la conclusión de que los nobles, cuyo deber es protegerlos, ya no son necesarios. ¿Qué pasaría entonces?

Ahora bien, si miramos la guerra como una clara empresa noble, podremos explicar que un mundo de 100.000 habitantes podría tener 150.000 caballeros, y unos 50.000 de ellos prestos en todo momento para repeler una eventual invasión. Ya que la mayoría de ellos no estarían equipados con alta tecnología, es razonable pensar que, por ejemplo, unos 11.000 comandos con armaduras de energía podrían superar las defensas planetarias si también cuentan con cierta superioridad aérea.

En guerras recientes y modernas se ha comprobado que un ejército tecnológicamente superior puede vencer a uno más numeroso y más atrasado tecnológicamente y controlar a la población. El control de la infraestructura vital y los centros de mando, se puede controlar mundos enteros o grandes extensiones de los mismos. A eso se le puede añadir que en cada planeta hay muchas facciones independientemente de la Casa que lo gobierne, por lo que siempre se puede encontrar alguna que desee unirse al agresor y compartir los saqueos.

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