miércoles, 11 de febrero de 2009

Tivoli (por Andrew Cummings)

Nombre: Tivoli
Dirigente: La Iglesia Universal
Catedral: Ortodoxia
Ágora: Ninguna
Guarnición: 3
Capital: Vinola
Saltos: 4
Mundos adyacentes: Artemis
Sist. solar: Vol 1, Mau 2, Tivoli (Providencia) 3, Roma 4, Vester (Aley, Mora, Tern, Felt) 5, Indulabke 6
NT: 7
Pbl. humana: 3.500
Pbl. xenomorfa: 21
Recursos: Tecnología, secretos comprometedores, información
Exportaciones: Ninguna
Descripción: Tivoli es un mundo compuesto de colinas y bosques. Existe un solo océano que rodea al único continente.


La existencia de Tivoli se ha mantenido en secreto durante casi 500 años, y solamente 4.000 personas pueden presumir de conocerlo, estando afincados en el mismo la mayoría de ellos. Cuando a uno se le destina a un laboratorio de investigación en Tivoli, ha de saber que es un destino de por vida: una vez en él no se vuelve nunca.

Tivoli fue descubierto en los años 4.500 por un explorador de la Iglesia que buscaba un mundo desconocido que se decía accesible desde Artemis. Tras el aterrizaje y la constatación de que el mundo estaba deshabitado (y de eso hace 10.000 años), el explorador deshizo camino y presentó un informe al Patriarca en persona.

Este último se regocijó, pues hacía años que venía buscando un planeta donde depositar la tecnología prohibida requisada o controlada por la Iglesia. Tivoli, desprovisto de toda forma de vida evolucionada, se convirtió en el mundo anhelado por el Patriarca. Inmediatamente fue enviada una nave de colonización en misión secreta.

Tras la colonización del planeta, se descubrió que había sido habitado en el pasado por una extraña raza xenomorfa. Estos seres, bautizados «Tivols» por los científicos, evolucionaron en poco tiempo de la edad de piedra a la era espacial, justo antes de desaparecer repentinamente sin que se haya podido dar explicación alguna al respecto.

Poco tiempo después de la colonización se instaló en Tivoli un laboratorio de investigación, cerca de lo que el Patriarca llamó «el Museo Herético». Así fue cómo dieron comienzo los experimentos sobre los grandes misterios de los Mundos Conocidos (y aún perduran en nuestros días). De esta manera, los científicos han acabado por redescubrir ciertos secretos tecnológicos de la Segunda República, comprendiendo en el proceso sus carencias y sus peligros.

En su temor de tentar al destino, muchos Patriarcas han expresado su deseo de abandonar Tivoli, pero esta idea jamás ha llegado a materializarse por temor de dejar tantos conocimientos peligrosos sin vigilancia. Si el planeta cayese en las manos equivocadas, podrían desatarse de nuevo sobre los Mundos Conocidos los horrores de la Segunda República. Por ello, las investigaciones continúan. Recientemente los científicos han tratado de hallar una solución al problema de los Simbiontes intentando « desinfectar » a un espécimen cautivo. Por desgracia, el hombre murió poco después de ser devuelto a su estado natural. Los científicos han preferido no repetir el experimento por temor a que los Simbiontes acaben de comprender el patrón de estas acciones gracias a la Red Vital que les une.

Si alguien descubriese este mundo, se le ofrecerían dos posibles destinos : integrarse en el equipo o acabar reducido a polvo cósmico por la flotilla que en todo momento protege el sistema. Si hay una amenaza para el secretismo de este mundo, esa es la de los Caballeros Errantes de Alexius, que no dejan de expandirse por el universo en busca de cualquier secreto.

Secretos

El planeta en sí es un secreto, y la Iglesia hace todo lo posible para que siga siéndolo. Aunque surgen rumores de vez en cuando sobre Tivoli, nadie los ha tomado jamás en serio hasta el momento. No obstante, recientemente un Caballero de la Búsqueda ha logrado infiltrarse en una nave con destino a Tivoli sin que se sepa cómo lo ha hecho ni cómo ha sabido del destino de la nave. Se dice que el caballero fue descubierto y que está retenido en una celda del Museo de Tivoli.

Existe otro secreto ignorado por la Iglesia : la antigua raza xenomorfa autóctona no ha desaparecido realmente. Poco después de haber alcanzado la era espacial, una terrible epidemia se propagó a lo largo y ancho del planeta, diezmando a los xenomorfos. Para sobrevivir, los Tivols decidieron someter a algunos de ellos a un estado de criogenización. Estos elegidos aún no han despertado y reposan bajo las ruinas de una de sus antiguas ciudades. Un último, y no menos importante, secreto : en uno de los experimentos recientes, uno de los Simbiontes capturados se ha fugado de las instalaciones de investigación. Afortunadamente es incapaz de reproducir las esporas, a menos que la Red Vital pueda modificar eso. Si esta hipótesis se realizara, la Iglesia estaría dispuesta a inutilizar el portal de Tivoli como último recurso.

1 comentario:

Estebon dijo...

Estaba tratando de reunir todo el material disponible en castellano acerca de Fading Suns en una Wikia, en la que además podemos compartir mundos no oficiales. Se prenden?