Gotham es una ciudad de leyenda famosa en todo el espacio humano. Dicen las leyendas que esta ciudad acoge a los locos y a los idiotas, lugar donde pueden mezclarse unos con otros para curar sus trastornos. Estas son historias transmitidas de boca en boca, casi siempre de un amigo de un amigo que asegura que algún pariente suyo ha acabado de alguna manera en Gotham y que ha perdido la cordura por una maldición del señor de Gotham.
Sin embargo, la verdad es mucho menos fantástica. Gotham es, en efecto, una ciudad oculta, excavada en las profundidades de una montaña, en medio de un planeta infrapoblado. En otro tiempo fue una base militar de la Segunda República para asegurar la defensa de un enclave entonces estratégico, de la que hoy no queda más que una extensión desolada. A pesar de la erosión del tiempo, la base aún protege a sus ocupantes. El «dirigente» de Gotham es su ordenador principal, deteriorado pero aún eficaz en su tarea. No obstante, un virus desconocido le ha hecho perder la «razón» y le ha hecho creer que es, ni más ni menos, el Rey Arturo Pendragón, soberano de Camelot (que no es otra cosa que la base militar).
El complejo está defendido por numerosas torretas de plasma disimuladas con el entorno mientras se hallan inactivas, hasta que un adversario penetra el perímetro defensivo, si bien nadie sabe cuántas permanecen en estado funcional. También quedan dos silos de misiles planetarios destinados a barrer las fuertes concentraciones de tropas enemigas, cuya funcionalidad es tan dudosa como la de las torretas. La tercera defensa de Gotham, y la más importante, son los Caballeros de la Tabla Redonda : 19 gólems de guerra bautizados con los nombres de los verdaderos caballeros de leyenda. Se trata de las armas más temibles del ordenador, su única manera de entablar lucha contra los enemigos una vez que éstos han penetrado en la base.
Pero lo más extraño son los habitantes de Gotham : todos son cambiados. Por alguna razón desconocida, el ordenador decretó un día que sólo los cambiados eran « animales » y que debían ser protegidos a cualquier precio. Así, a lo largo de los años, Gotham a acabado por albergar una población medianamente densa de cambiados, convirtiéndose en el santuario más seguro de todos los Mundos Conocidos para ellos. Todos están dirigidos por un «Burgomaestre» que se encarga de la comunicación con el ordenador. Los alimentos se obtienen con la cría de animales y la recolección de champiñones subterráneos, mientras que el agua se potabiliza gracias al sistema de depuración de la base, que aún funciona.
Los individuos «normales» (incluidos los no cambiados y los Simbiontes) que se acerquen al lugar serán ignorados, a menos que traten de descubrir la entrada de la base o que caigan en ella por error. Si el ordenador estima que representan una amenaza, serán atacados con todos los medios a su disposición, y el ordenador no conoce el significado del concepto «juego limpio».
Sin embargo, la verdad es mucho menos fantástica. Gotham es, en efecto, una ciudad oculta, excavada en las profundidades de una montaña, en medio de un planeta infrapoblado. En otro tiempo fue una base militar de la Segunda República para asegurar la defensa de un enclave entonces estratégico, de la que hoy no queda más que una extensión desolada. A pesar de la erosión del tiempo, la base aún protege a sus ocupantes. El «dirigente» de Gotham es su ordenador principal, deteriorado pero aún eficaz en su tarea. No obstante, un virus desconocido le ha hecho perder la «razón» y le ha hecho creer que es, ni más ni menos, el Rey Arturo Pendragón, soberano de Camelot (que no es otra cosa que la base militar).
El complejo está defendido por numerosas torretas de plasma disimuladas con el entorno mientras se hallan inactivas, hasta que un adversario penetra el perímetro defensivo, si bien nadie sabe cuántas permanecen en estado funcional. También quedan dos silos de misiles planetarios destinados a barrer las fuertes concentraciones de tropas enemigas, cuya funcionalidad es tan dudosa como la de las torretas. La tercera defensa de Gotham, y la más importante, son los Caballeros de la Tabla Redonda : 19 gólems de guerra bautizados con los nombres de los verdaderos caballeros de leyenda. Se trata de las armas más temibles del ordenador, su única manera de entablar lucha contra los enemigos una vez que éstos han penetrado en la base.
Pero lo más extraño son los habitantes de Gotham : todos son cambiados. Por alguna razón desconocida, el ordenador decretó un día que sólo los cambiados eran « animales » y que debían ser protegidos a cualquier precio. Así, a lo largo de los años, Gotham a acabado por albergar una población medianamente densa de cambiados, convirtiéndose en el santuario más seguro de todos los Mundos Conocidos para ellos. Todos están dirigidos por un «Burgomaestre» que se encarga de la comunicación con el ordenador. Los alimentos se obtienen con la cría de animales y la recolección de champiñones subterráneos, mientras que el agua se potabiliza gracias al sistema de depuración de la base, que aún funciona.
Los individuos «normales» (incluidos los no cambiados y los Simbiontes) que se acerquen al lugar serán ignorados, a menos que traten de descubrir la entrada de la base o que caigan en ella por error. Si el ordenador estima que representan una amenaza, serán atacados con todos los medios a su disposición, y el ordenador no conoce el significado del concepto «juego limpio».
3 comentarios:
Desconocia de la existencia de esta ciudad :P Me alegro de que los cambiados tengan un sitio donde refugiarse... aunque debe ser tenebroso para un no cambiado adentrarse en esa ciudad..
Pues si te metes o te meten en una partida en ella, ya nos contarás qué sensaciones transmite en las distancias cortas ;)
Gracias por pasar, Beregord.
Espero pasar a partir de ahora mas continuamente por aqui, a ver si le damos un empujon a fading suns que hace mucho que lo he(mos) dejado de lado (¿eh lextius?)
Saludos
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